"No hacen falta alas para hacer un
sueño,
basta con las manos, basta con el pecho,
basta con las piernas y con el empeño."
*Canción de Silvio Rodríguez
basta con las manos, basta con el pecho,
basta con las piernas y con el empeño."
*Canción de Silvio Rodríguez
“En los últimos días, varias compañeras y compañeros latinoamericanos me
han llamado para enterarse de nuestra situación, preocupados por las
informaciones que les llegan sobre la falta de alimentos en el país. Hasta la
coordinación general de esta pequeña Sociedad internacional a la que pertenezco
nos hizo una llamada telefónica desde Roma. ¡Señal de que las noticias deben
ser alarmantes! Por esas razones hago un relato general que diga
desde mí, desde nuestros colectivos de trabajo, de militancia, reflexiones y
amores, cuál es nuestra situación.
Confirmamos la falta de algunos insumos regulares que se convierten
cotidianamente en la base de nuestra alimentación. Es decir,
escasea el arroz, se complica conseguir un litro de aceite, la pasta aparece
con mayor regularidad; y el azúcar ya olvidé cuándo fue la última vez que la
compré en una tienda, pero en nuestra casa no ha faltado nunca. Haga usted un
ejercicio de imaginación de cómo se puede tener un insumo- innecesario para la
salud pero básico en algunos alimentos- con una red de relaciones cercanas o lejanas,
o con dinero circulante…
Falta harina de maíz en las tiendas pero no ha disminuido la venta de
arepas y empanadas en las calles. Falta en las tiendas la harina de
trigo, por lo que falta el pan en las panaderías pero ninguna Panadería de
nuestros barrios ha cerrado ni ha dejado de vender pan dulce, tortas y
galletitas a muy altos precios, porque el pan que falta es el pan salado que
está regulado a 50 bolívares y cuando se consigue está en 150, 200 o 350bs. ¿Y
la regulación de precios? ¡Es que no hay harina de trigo!
Sin embargo, no faltan vegetales en todo su esplendor y
variedad, ni falta ningún tipo de proteínas en sus distintas versiones de aves,
carnes, y pescados a un precio diez veces mayor a lo que se podía comprar hace
un año. Lo mismo pasa con el fresco queso, el jamón y demás variedades de
embutidos que no han faltado nunca, claro a MUY altos costos…. ¿Y la regulación
de precios? Fallo gubernamental o imposibilidad de sancionar porque quien hizo
la ley, hizo la trampa.
Están desaparecidas las medicinas esenciales para mantener
cualquier tratamiento regular de presión, circulación o cancerígeno.
Es mucho lo que se tiene que preguntar, negociar o buscar para lograr
cualquier medicina esencial.
Los insumos de limpieza casera o aseo personal se han encarecido el mil
por ciento en comparación al año pasado. Y el adorable café impagable si se
consigue. 250g contrabandeado en 800bs, casi dos dólares a precio oficial, o
menos de un dólar en el mercado paralelo. ¿Cuánto cuestan 250g de café en
cualquier parte del mundo?
La leche en polvo está desaparecida y la leche líquida o alguna
versión parecida aparecen al costo de 500bs, cuando hace un año no pasaba de
25bs. Un dólar a precio oficial hace un año era 10bs, hoy 420. Y la venta
paralela que eleva nuestros niveles de costo de cualquier producto es de
1000bs. Para intuir la complejidad de lo que pasa en este gran país nuestro,
hay que saber esos mínimos datos de mercado.
El sistema financiero ha buscado todas las formas de saltarse el
control cambiario de divisas que hemos tenido por 15 años, y el control
de precios de alimentos básicos. La industria encontró las grietas de estos
controles por los cuales hemos podido todos los venezolanos tener acceso a
alimentación regulada, y por supuesto, estabilidad emocional de mantener una
familia e invertir ingresos en recreación, arte o vacaciones.
Hoy es un descontrol de precios, de no producción, y acaparamiento de lo
poco producido, para “sacarlo” cuando al dueño de tienda le dé la gana.
¿Pobre Venezuela, verdad? ¿Cómo es posible que pase esto en este país tan rico? ¿Qué hace el gobierno? “Ese Maduro es un inútil”, dicen unos cuantos pobladores y gobernantes de otros países que reclaman el respeto que no dan.
¿Pobre Venezuela, verdad? ¿Cómo es posible que pase esto en este país tan rico? ¿Qué hace el gobierno? “Ese Maduro es un inútil”, dicen unos cuantos pobladores y gobernantes de otros países que reclaman el respeto que no dan.
Hasta Google nos dedicó una icónica foto, tomada en Nueva York en el
2011, de una tienda con anaqueles vacíos que explicaba por sí sola el
desabastecimiento en Venezuela en el 2013, antes de llegar a esta crisis.
Pobre, engañaron a Google? ¿O Google engañó al mundo entero? De
que existe la manipulación mediática existe. Google publicó la foto, no se
disculpa con este país por promover medias verdades y la vida sigue como si
nada...
Recordemos que hace 20 años todo eso que hoy falta, estaba fácilmente en
los anaqueles pero la mayoría de las y los venezolanos NO lo podíamos comprar
porque no teníamos el dinero ni la seguridad laboral que hoy tenemos con futuro
incierto.
Todo eso que falta hoy en este maravilloso país no es producido por este
gobierno, ni por ningún gobierno de antes ni de los que vendrán después. Es
producido por una industria capitalista, burguesa, manipuladora en sus precios
y ganancias, empecinada en tumbar este gobierno legítimamente elegido, con los
métodos electorales reconocidos en el mundo entero.
Hay gente gobernando en algunos países del mundo que no han sido
elegidos por sus pueblos. No es nuestro caso. Y aunque no guste a algunos los
resultados de unas elecciones, ese es el resultado electoral. Si no nos gustan
los resultados cambiemos el mecanismo, las formas organizativas de elección,
cambiemos el sistema pero no injuriemos al elegido.
Se cuestiona la gestión de Maduro, pero no se cuestiona la manipulación
de la industria, el acaparamiento de alimentos en grandes almacenes
de esa misma industria, la disminución en la producción para hastiar al grueso
pueblo que ha sostenido la dignidad de este gobierno.
NO se cuestiona la dictadura financiera que nos somete a las y los
venezolanos a estar en las amenazas del hambre todos los días, en las
incertidumbres de las medicinas todos las semanas, en el desasosiego de que
llegue el día en que las seguridades salariales que nos dejó el presidente
Chávez ya no sean suficientes este mes para enfrentar al monstruo empresarial.
Porque es una dictadura financiera la que vivimos, es un golpe
industrial que sostenidamente no produce suficiente porque no quiere,
porque su deseo es ver derrotados a las y los chavistas que osamos creernos
personas con futuro, porque les duele que el gobierno haya producido educación,
autoestima, sentido patrio, sistemas de salud gratuitos, derechos laborales,
salariales y sociales; este gobierno produjo la mayor cantidad de dignidad y
sentido de vida para las mayorías pobres de este país, y eso no se olvida
fácilmente. ¿Será por eso que hay más colas para comprar barato donde se pueda,
que protestas?.
Las empresas y las tiendas han preferido jugar con nosotras y nosotros,
producen la mitad para ponernos a pelear en la búsqueda del insumo que algún
otro se quedará sin él. En una cola de 300 personas venden
obligadamente paquetes de pasta dental de seis unidades, y cuando faltan
50 personas en la cola, dicen que se acabó el dentífrico. Si se hubiera
vendido un tubo de pasta por persona, más de las 300 hubieran tenido. Pero no,
es obligatorio comprar el paquete de 6… ¡se nos instiga a la pelea!
Buscan matar los sentimientos de solidaridad, esperanza en el porvenir, y construcción colectiva que estaban en flor en esta Matria-patria nuestra.
Buscan matar los sentimientos de solidaridad, esperanza en el porvenir, y construcción colectiva que estaban en flor en esta Matria-patria nuestra.
Esa industria prefiere perder dinero con tal de ganar otra vez el
gobierno, y con ello sus privilegios de estar en primera plana de periódico,
volver a los teatros sin mezclarse con los pobres, ir a restaurantes exclusivos
sin tener cerca de su mesa a cualquiera obrero o empleaducho porque su sueldo
de obrero le daba para pagar, por lo menos una vez al mes, el mismo restaurante
que ese dueño de empresa paga todos los días.
Lo poco que producen las empresas gubernamentales es lo que se vende a
bajo costo, con precios regulados por este gobierno desde hace cinco años, y
que la mayoría hoy hace grandes colas para acceder a ellos en justicia y
empecinada defensa de esos bajos precios, como una forma de sostener este
gobierno; al mismo tiempo también compramos a muy alto costo las carnes, los
productos de limpieza, y las verduras que mágicamente suben cada día.
Se cambian nuestras rutinas alimenticias, se come yuca en vez de arroz,
aromáticas por café, y nos tomamos con curiosidad recetas alternativas para hacer arepas de
plátano y hasta estamos sembrando en nuestros patios. Luces y sombras de
resistir en diversas visiones y opciones de mundo, la complejidad de la vida
misma, aquí o allá donde usted está leyendo.
Este noble pueblo aún no se ha puesto en la calle a manifestar por la
falta de comida, todavía las grandes cadena de información no tienen esa
noticia ¿Por qué será? Tampoco la oposición lo hace.
Protestan por sus presos políticos que en verdad son políticos presos,
se concentran unos pocos por la búsqueda de amnistía, por salir de Maduro.
Pero no generan una gran concentración, una marcha contundente para
protestar por la falta de alimentos e insumos médicos; todavía a la oposición
no se les ocurre aglutinar el sentimiento de cansancio de ambas tendencias
político partidistas ¿Por qué será? Debe ser que todavía no es negocio…
Hay quienes no hemos dejado de comer en casa con la rutina de siempre.Hay
quienes ya resienten la falta de alimentos, el dolor de la muerte ante la falta
de un medicamento, el dinero disminuido a fin de mes¿Cómo valorar las
mayorías y las minorías en las resistencias de modelos políticos, unos
enquistados usando su poderío histórico; otros en alternativas y sin mayor
experiencia de gobernar siendo señalados para descartarlos del imaginario
mundial?
No pudieron tumbar al presidente Chávez las dos veces que pararon la
industria en el 2002 y el 2003 porque el momento histórico de relaciones
políticas y gobiernos alternativos en América latina era otro, se vivía el
mejor tiempo de solidaridad e integración.
Doce años de estrechas relaciones de intercambio comercial, de unión de
fuerzas para evidenciar que otras formas de negociación e intercambio comercial
eran posibles, más allá de los ámbitos mercantilistas y pagos de intereses. Esas
relaciones nos salvaron de un golpe de estado en aquel momento, puede que a eso
todavía le tema la oposición nuestra. Pero ya las condiciones relacionales
gubernamentales en América Latina son otras y el golpe de estado puede venir.
El gobierno norteamericano vaticina que Maduro no llega a diciembre.Ese gobierno
norteamericano que nos considera una amenaza, como si nuestro gobierno les
hubiera hecho daño, o hubiera dado muestras de invadir otros países como
lo hacen ellos.
En estos 17 años de esplendor latinoamericano, las eternas élites que
gobernaron nuestras tierras para enriquecerse y dejar a los pobres en su lugar
de pobres tuvieron el tiempo suficiente para estudiar cada país, reorganizar
sus fuerzas y arremeter hoy contra nosotros sin medida ni compasión. No nos
perdonan que hayamos intentado querer tener nuestras propias formas de gobierno
y nuestras propias formas de decir y hacer desde América Latina, no desde la
banca mundial ni desde la concepción europea colonialista.
Las dignas dinastías de familias educadas en colegios y universidades
católicas para gobernar (no se dice para oprimir), han pasado mucho tiempo sin
hacerlo; y es esa casta política que hoy destituye a Dilma Rousseff acusada de
una corrupción no comprobada, pero es su palabra de mujer dirigente de un
partido de trabajadores contra la palabra poderosa de empresarios con inmunidad
parlamentaria.
No son los hechos los que más hablan de nuestros gobiernos de izquierda:
la seguridad social, la estabilidad laboral, la educación en nuestros pueblos,
sino los orígenes de clase, etnia y género de presidentes como Dilma, Evo,
Chávez, o Maduro. Esos orígenes no son confiables para las familias de bien y
clásica democracia mundial heredada de conquistadores. Esa casta, ese grupo
acostumbrado al poder gubernamental no le ha podido ganar elecciones al
Partido de los Trabajadores de Brasil ni al Partido Socialista de Venezuela de
Venezuela, sólo el legítimo agotamiento en una parte del chavismo ante esta
situación nuestra, le dio un parlamento opositor a Venezuela.
Esos grupos de poder, esas empresas, esos intereses financieros han
aprovechado la crisis mundial de la economía, los errores de las dirigencias
gubernamentales de la izquierda, el hastío que produce la manipulación de
información en las poblaciones, y destruyen gobiernos legítimos.
Luego de los acontecimientos en Brasil, es más cierta la probabilidad de
golpe de estado en Venezuela o destitución de Maduro por cualquier vía, hasta
por el democrático mecanismo del referéndum, habiendo agotado a este pueblo con
la falta de alimentos.
Antes de morir el presidente Chávez teníamos la mayor sensación y
acciones de felicidad colectiva nunca antes vividas; nuestra tasa de
desempleo hoy se ubica en 6,7%; nuestros niñas y niños van diariamente a las
escuelas con morrales y útiles escolares dados por el Ministerio del Poder
Popular para la Educación, eso sigue sucediendo y no hay deserción escolar
hasta el Bachillerato, hay una deserción paulatina de 7,4 a 12 % de total
de las que ingresaron en el primer grado en los últimos tres años.
El 83% de las personas de tercera edad en todo el territorio nacional
han sido incluidas en el sistema de pensiones del Estado, lo
que representa un total de 3.031.381 adultos mayores pensionados, entre todas
las religiosas del sagrado corazón de Venezuela que tenemos la experiencia de
vivir de nuestros sueldos remunerados, de la seguridad social y pensiones.
Más que la falta de algunos alimentos e insumos médicos y medicinas, nos
preocupan la posibilidad muy cierta de que el triunfo en Venezuela de la
industria capitalista, por cualquier medio, implique perder la mayor suma de
seguridad social, salarial y educativa que jamás tuvimos.
Nos vemos en el porvenir ante el espejo de los despidos masivos del
nuevo gobierno argentino, y en la eliminación del Ministerio de la Cultura del
nuevo gobierno de Brasil que debería ser provisional y ya gobierna como
totalitario.
Ante las preocupaciones de las y los compañeros del mundo entero, les
decimos que cada día es día de resistencia, preocupación y ocupación para
sostener el tejido relacional solidario ante tanta exacerbación del
individualismo, ante tanta especulación con el presente y tanto nerviosismo con
el futuro.
Cada día se necesita renovar esperanzas que resguarden la memoria de lo
conquistado en justicia y dignidad, para evitar la tentación de volver la vista
atrás y convertirnos en estatuas de sal.
Necesitamos recuperar la confianza en la propia humanidad y en otras
formas de poder construido colectivamente y a nuestro ritmo. Urge seguir
reinventando la política y sus distintas formas de políticas públicas a favor
de olvidados de la historia y vencidos de hoy por las industrias bélicas e
informativas, que no perdedores en la búsqueda de otro mundo más justo y
sororal”.
*Jacquelin Jiménez. Mujer, educadora, Hermana del Sagrado Corazón en
Venezuela
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